13 abril 2009

Posesión de mala fe en la finca El Diadal, Herencia dejada por María Mercedes Méndez de García a sus hijas



Posesión de mala fe en la finca El Diadal, Herencia dejada por María Mercedes Méndez de García a sus hijas, en el municipio El Castillo 
En riesgo tierra de la memoria de María Mercedes Méndez.


Hace 3 años, con el regreso de la Comunidad Civil de Vida y Paz a la región del Alto Ariari, después de muchos años, con los retazos del ayer, las 4 hijas de la Alcaldesa de El Castillo MARIA MERCEDES MÉNDEZ DE GARCÍA anduvieron por la finca El Diadal, herencia que ella les dejó, una parcela donde exhuma la raíz de la vida.

En esa corta caminada, campesinos y campesinas contaron los recuerdos de la mujer, de la madre, de la política. Ellas, andando con el corazón, volviendo a pasar por la mente y la piel esa historia antes del asesinato de su madre el 3 de junio de 1992, se reencontraron más allá del dolor con la vida misma.

Volver a esa tierra, herencia de dignidad, significó emoción y alegría, fue encontrarse con la pequeñez humana. La persona de confianza delegada al cuidado de la tierra obrando de mala fe, hizo una apropiación ilegal que a través de una acción judicial pretende hacerse legal.

En octubre del año pasado, en una de las visitas a la región, a la finca El Diadal, una de las hijas de María Mercedes se enteró que esa persona de confianza delegada al cuidado de la finca, el señor GUERIN JULIO ACOSTA, interpuso una demanda por prescripción adquisitiva de dominio radicada el 19 de julio de 2007 en el Juzgado Promiscuo del Circuito de San Martín, Meta, con el No. 506893189001-2007-00066-00, solicitando el reconocimiento legal de la propiedad.

Guerin sustenta su reclamación indicando que ha realizado una posesión quieta, pacífica e ininterrumpida superior a doce años sobre el predio “El Diadal”, que el actual poseedor es el señor Alvaro Pérez Carvajal, que ha realizado inversiones y mejoras en el predio con recursos propios, que actualmente tiene un contrato de arrendamiento con el señor Nicolás Rincón López de la Federación de Cafeteros de El Castillo y otros, de varios pozos de explotación piscícola, y finalmente que ha realizado todos los pagos de impuesto predial. En la demanda, GUERIN JULIO ACOSTA pretende que se le reconozca la posesión sobre el predio El Diadal, desconociendo a sus legítimas dueñas.

Ante este hecho, en medio de la sorpresa e indignación, las hijas de MARÍA MERCEDES MÉNDEZ DE GARCÍA, decidieron realizar una Demanda de Intervención como tercero ad- excludendum en el proceso Ordinario Agrario de Pertenencia por Prescripción Extraordinaria Adquisitiva de Dominio.

Tercero ad- excludendum significa que se le está comunicando al Juez que la finca El Diadal no es ni de Guerin como demandante ni de Alvaro como demandado y se pide que se les reconozca en el mismo proceso a las hijas de MARIA MERCEDES MÉNDEZ DE GARCÍA.

María Mercedes Méndez cumplió con las obligaciones y deberes establecidos para hacerse propietaria legítima de la finca, pero por las razones presentadas en la demanda, este derecho no se pudo perfeccionar (el asesinato de MARIA MERCEDES MÉNDEZ DE GARCÍA y de su esposo JOSÉ RODRIGO GARCÌA OROZCO en el año 1992, a raíz del cual sus hijas abandonaron forzadamente la región para proteger sus vidas).


A la fecha el señor GUERIN JULIO ACOSTA continúa actuando de mala fe y abusando de la confianza de las hermanas García Méndez, al firmar un contrato de arrendamiento a 5 años a partir del mes de julio de 2008, a la Fundación Caminos de Vida, que actualmente explota económicamente la finca El Diadal. Dentro del contrato se incluyó una cláusula de promesa de compra venta de la finca por parte de dicha Fundación.

La posibilidad de que la tierra, espacio memoria, se pierda, es real y aumenta el temor de las hermanas García Méndez de perder sus derechos sobre la tierra dejada en herencia por su madre.

No solamente son los artilugios jurídicos para desconocer los derechos de las hijas de Maria Mercedes, herederas, de un bien, que comprende sentidos colectivos y familiares. También perder la tierra, esas 10 hectáreas, es la posibilidad que se abre a los victimarios para que se extinga las posibilidades de que los sentidos de solidaridad, de organización colectiva, de ideas políticas alternativas que tengan un espacio, en medio de la pacificación forzosa que hoy ocurre en el Ariari. Este nuevo episodio de victimización se enmarca dentro de contexto de negación de derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación integral por las violaciones a los derechos humanos ocurridos en contra de María Mercedes Méndez y José Rodrigo García Orozco. Las víctimas de este crimen nunca recibieron atención pese a su condición de menores y sujetos de especial protección. El Estado colombiano nunca ha desarrollado una política publica e integral de atención a victimas de violaciones a derechos humanos que incorpore lo componentes de reparación integral y además la protección a sus tierras y territorios. De haber sido así, las hermanas García en este momento no tendrían que enfrentarse a engorrosos trámites judiciales sino que podrían disfrutar de la herencia dejada por su madre. Por todo lo anterior, invitamos a aquellos y aquellas que habiendo leído los fundamentos de la demanda, se identifiquen con las pretensiones de las hermanas García Méndez y en consecuencia, dirijan sus comunicaciones solicitando celeridad al Juzgado Promiscuo del Circuito de San Martín y en una actuación en derecho, reconozca la propiedad de la finca “El Diadal” a sus legítimas dueñas Linda Carol, Hada Luz, Jenny Paola y Tania Marinela García Méndez.

Dirigir sus comunicaciones al Juez Gildardo Amésquita Baldiom, del Juzgado Promiscuo del Circuito de San Martín, departamento del Meta a la dirección Cra. 8 No. 5 – 75 San Martín - Meta y/o al fax: 098- 648 72 35.

Bogotá, D.C. 31 de marzo de 2009 Comisión Intereclesial de Justicia y Paz

Adjuntamos apartes de la demanda de tercero ad-excludendum